11·11 — El umbral donde el alma pide espacio
top of page

11·11 — El umbral donde el alma pide espacio




Últimamente muchas me han escrito:


  • “No sé qué me pasa, estoy más sensible de lo normal.”

  • “Siento nostalgia por cosas que ya no existen.”

  • “Tengo ganas de llorar sin razón.”

  • “Estoy cansada de sostener la misma versión de mí.”

  • “¿Será el portal 11·11? ¿Qué hago con esto?”



Y quiero decirte algo, desde la verdad y desde el cuerpo:


Sí.

Hoy se siente distinto.


No porque algo mágico venga de afuera a cambiarnos.

Sino porque el día de hoy amplifica lo que ya estaba moviéndose adentro.


Este portal no crea el proceso.

Lo revela. Lo acelera. Lo vuelve visible.



¿Qué es realmente el portal 11·11?

El 11 es un Número Maestro en numerología.

No es “más especial” que otros números —es más sutil.


El 11 es:

  • intuición abierta,

  • verdad que se siente en el cuerpo,

  • percepción sin máscara,

  • memoria del alma.


Cuando aparece como 11·11, se abre un estado interno de claridad:


Lo que fui hasta ahora… y lo que ya no necesito ser más.


No se abre una puerta en el cielo.

Se abre un umbral adentro.


Pero lo importante es esto:

Este portal tampoco es solo interno.


No es solamente tu proceso personal.

El 11 también representa lo colectivo, la red, la interconexión humana.

Hoy, millones de personas están mirando dentro al mismo tiempo.

Y cuando muchas almas despiertan juntas, la energía se amplifica.


Eso es el portal:

  • símbolo + intención colectiva + clima emocional.


La energía astrológica que acompaña


Estamos en temporada Escorpio.

Escorpio es la parte del ciclo que nos invita a:

  • Soltar pieles viejas.

  • Cerrar historias que ya no sostienen vida.

  • Reconocer duelos que dejamos para después.

  • Volvernos honestas con lo que sentimos, aunque incomode.


Escorpio no viene a destruirte.

Escorpio viene a mostrarte lo que ya estaba listo para transformarse.


Por eso hoy puede sentirse:

  • nostalgia,

  • cansancio emocional,

  • verdad cruda,

  • necesidad de silencio,

  • o una claridad que antes no estaba.


No estás retrocediendo.

Estás pasando a la siguiente capa.

La que sí es tuya.


Entonces… ¿por qué no todas sienten lo mismo hoy?


Hay tres posibilidades, y todas son válidas:


1. Si hoy sientes mucho

No estás “desbordado”.

Estás liberando.


Algo dentro de ti estaba listo para ser visto, llorado, soltado.

Hoy la energía solo lo empuja a la superficie con suavidad.


Esto es maduración de proceso, no crisis.


2. Si hoy sientes calma


No es frialdad.

No es indiferencia.


Es posible que ya hayas hecho el duelo antes, en silencio, en terapia, en baños, en noches de honestidad contigo.


Aquí el portal no remueve: confirma.

Se vive como paz y espacio interno.


3. Si hoy no sientes nada y te sientes lejos de ti


Esto no es fracaso espiritual.

Esto es protección emocional.


A veces el alma pone una coraza para no derrumbarse.


No hay que romperla.

Hay que ablandarla con amor y tiempo.


La diferencia está en cómo se siente el silencio:

Silencio que es paz Silencio que es defensa

|----------------------------|------------------------------|

| Cálido, presente | Frío, distante |

| Respiras profundo | Te cuesta respirar|

| Hay espacio | Hay vacío |

| Te sientes contigo | Te sientes lejos de ti|


No juzgues dónde estás.

Solo reconócelo.

Eso ya es amor.


Y ahora… ¿qué hacemos con esto?

No lo fuerzas.

No lo aceleras.

No lo resuelves hoy.


Solo acompañas lo que está vivo.


Ritual 11·11 — Para acompañar lo que nace


Materiales:

  • Una vela blanca

  • Un vaso con agua

  • Papel y pluma

  • Tu cuerpo presente


1. Presencia

Enciende la vela.

Coloca la mano en el pecho.

Respira tres veces.

Estoy aquí conmigo. No tengo que forzar nada.


2. Nombrar lo que ya está cansado

En una hoja escribe:

  • ¿Qué versión de mí está agotada?

  • ¿Qué ya no quiero seguir sosteniendo desde la fuerza?


Cuando termines:

Gracias por lo que me diste.

Te honro.

Puedes descansar.


Permite el llanto si llega.

El llanto es alma saliendo a respirar.


3. Reconocer lo que está naciendo

En una hoja nueva:


  • ¿Quién estoy lista para ser ahora?

  • ¿Cómo se siente mi verdad dentro del cuerpo?


No busques perfección.

Busca honestidad.


Me permito ser esta versión.

A mi ritmo.

Con suavidad.


4. Anclar el proceso

Sostén el vaso de agua con ambas manos.


Que lo viejo salga suave.

Que lo nuevo llegue claro.

Tómate el agua.

Siente cómo el cuerpo recibe.


5. Silencio

1 minuto.

Sin hacer nada.

Sin pensar.


Este minuto es el portal.


Para cerrar:

No estás cambiando porque “toca”.

Estás cambiando porque tu alma ya no cabe en la historia antigua.


Hoy no tienes que lograr nada.

Solo no volver hacia lo que ya te apagaba.


Eso es renacer:

Regresar a tu centro.

Regresar a tu verdad.

Regresar a ti.



 
 
 
bottom of page